domingo, 1 de junio de 2014
Nueva moda:los "escritorios de pie"
El mensaje comienza a calar y los llamados a "levantarse" son cada vez más numerosos, con el uso de "escritorios de pie" o "standing desks", delante de los que hay que estar parado.
"Se conocen desde hace unos veinte años en Europa, pero en Estados Unidos pensábamos que era una tontería", explica Jeff Meltzer, cuya empresa en Lincolnwood (Illinois, norte), Applied Ergonomics, diseña espacios de trabajo.
"Vi un enorme cambio el año pasado", agrega el presidente de la firma, cuyas ventas de estos escritorios han crecido un 50% el último año.
California y sus empresas tipo Google, Facebook y Twitter, siempre listas a dictar la tendencia, ya los utilizan.
En Washington, Kathleen Hale, de 34 años, fundadora de "Rebel Desks", los ha vendido a abogados, profesores universitarios o profesionales de la salud con los que a veces se cruza en las cintas de correr, una especie de alfombras de goma sobre las que se camina a ritmo lento.
"La gente quiere tener un espacio de trabajo sano.
Pasan más tiempo allí que con sus familias", explica la mujer.
Bilal Ahmed, de 34 años, creador de la empresa emergente Linktank, adoptó el escritorio ajustable, aunque cuenta con una salud excelente: "Es a modo preventivo: quiero estar en forma y activo cuando trabajo", dice.
"Pero tienes que tener la pantalla (del ordenador) a la altura correcta, con los brazos perpendiculares al cuerpo", sostiene. "Y cuando estoy cansado, me siento".
Es eso lo que sugiere Kathleen Hale: "Hay que variar: estar de pie, caminar, y cuando sintamos la necesidad, nos sentamos, nos tomamos una pausa.
Animamos a nuestros clientes a pensar que sentarse... es tomar un descanso", explica.
"Estoy más activo físicamente, y por lo tanto más activo mentalmente, y más productivo", asegura Ahmed, confirmando lo que dicen muchos estudios.
Pero cuidado, lanza el osteópata Rob Danoff, si "bien no estamos hechos para estar sentados todo el día, tampoco estamos hechos para estar siempre de pie", lo que puede también causar problemas.
"No hay que ir de un extremo al otro", dice.
Levantarse un minuto cada media hora, caminar por el pasillo, usar las escaleras en vez del ascensor, ir a ver al colega en vez de enviarle un correo electrónico... "Hay un montón de soluciones de sentido común que no requieren comprar equipos sofisticados", asegura.